De SUPREMOS a supremas

18.02.2021

Los dinosaurios, animales que dominaron el planeta hace aproximadamente 230 m.a. durante la era Mesozoica, se extinguieron hace tiempo en una de las últimas extinciones masivas, desapareciendo así un grupo de criaturas increíbles...o al menos eso creíamos. 

A principios del siglo XIX, se daba a conocer el primer fósil de dinosaurio, específicamente en el año 1824 y para finales del siglo ya se empezaba a hipotetizar que las aves eran en realidad los sobrevivientes de un linaje de estos, pues compartían ciertas características, lo cual provocó un cambio importante en nuestro conocimiento sobre el tema, generando así un punto de inflexión (spoiler: sí, son dinosaurios). En esa época, esto fue bastante discutido pues las aves eran algo difícil de clasificar y relacionar con otros grupos ya sea por su capacidad de volar o por las modificaciones que ésta implicaba, pero gracias a este descubrimiento, en la actualidad son consideradas, aunque te pueda parecer extraño, reptiles (eso lo hablaremos con detalle más adelante).

En el pasado, al momento de descubrir estos fósiles, los científicos imaginaron a estas criaturas como lagartijas gigantes, hecho que se ve reflejado tanto en el nombre del primer dinosaurio descubierto, bautizado como Iguanodon, así como en la etimología de la misma palabra "dinosaurio" que viene del griego y significa literalmente "lagarto terrible", por lo que se pensaba que debían ser algo muy parecido a Godzillas prehistóricos (claro, en ese tiempo todo resto fósil de un animal terrestre que se encontraba y no era ni mamífero, ni anfibio, ni ave debía de ser por descarte algún tipo de "reptil" ¿no? Caso cerrado Watson, hacer ciencia es fácil). Sin embargo, a medida que se encontraban más fósiles y se entendía mejor la evolución, anatomía y ecología de estos reyes del Mesozoico; la imagen de cómo podría haber lucido un dinosaurio típico fue cambiando con el pasar de los años. De esta forma pasamos de lagartos gigantes, torpes y pesados a pensar que, en realidad, muchos de ellos resultaban ser ágiles, veloces, dinámicos y ¡¡¿¿emplumados??!! Pues si, se han encontrado huesos de algunos dinosaurios fosilizados junto con las marcas que dejaron sus plumas sobre el sedimento. Es más, a nuestro querido amigo el Tyrannosaurus rex en las ilustraciones más recientes se lo representa con plumas (así que no todo es como te lo pintan en Jurassic Park).

Otro buen ejemplo de este cambio de perspectiva que cabe resaltar es el caso del Spinosaurio (Spinosaurus aegyptiacus) que desde su descubrimiento en 1915 hasta la actualidad fue cambiando de "look" , ya que en un principio se pensaba que caminaba sobre sus dos patas traseras, después se determinó que caminaba sobre cuatro patas, hasta que en el 2020 los paleontólogos concluyeron que este animal en realidad era acuático, y usaba su cola como propulsión, análogo a como la usan los cocodrilos en la actualidad, convirtiéndose en el primer dinosaurio acuático. ¡Decidanse científicos!

Poniendo los pies de nuevo en la tierra, alguno se debe estar preguntando si los dinosaurios tenían plumas, ¿podían volar? Respuesta rápida... Nop. A pesar de que a día de hoy la mayoría de las aves presentan plumas y vuelan, la realidad es que en los dinosaurios mesozoicos las plumas quizás tenían una función totalmente distinta y esto tiene relación principalmente con la generación de calor. 

Las aves, al igual que los mamíferos, son endotermos (vulgarmente conocidos como sangre caliente) lo cual significa que tienen la capacidad de generar calor a partir de su metabolismo interno a diferencia de otros animales como, por ejemplo, las serpientes o lagartijas. Esta independencia de la temperatura ambiental proporciona ciertas ventajas aunque también tiene sus costos, pues para ser de sangre caliente es necesario presentar algún tipo de aislamiento del medio externo para retener el calor generado, para lo cual los mamíferos y aves encontraron distintas soluciones al mismo problema al poseer pelos/grasa o plumas respectivamente.

Se cree que estas primeras plumas o protoplumas, originadas a partir de escamas, podrían haber tenido relación no solo con la conservación del calor interno sino también estar relacionada a comportamientos de cortejo (bailes y exhibiciones como se observa hoy en día). Con el tiempo, estas primeras plumas, debido a sus características, les posibilitó a los dinosaurios adquirir la capacidad de volar (aunque no solo eso), una función para la cual originalmente no estaban hechas. Este cambio de función en biología se conoce como exaptación.

Bien, ahora que tenemos plumas y endotermia, veremos cómo se las ingeniaron las primeras aves mesozoicas para volar. Existen dos hipótesis respecto al origen del vuelo en los dinosaurios, una llamada hipótesis del corredor (o de abajo hacia arriba) que decía que estos primeros reptiles emplumados podían "volar" después de correr una corta distancia y de esa forma tomar impulso para elevarse lo suficiente del suelo como para evitar a los depredadores. Por otro lado, la hipótesis arborícola (o de arriba hacia abajo) que propone que en realidad estos animales se trepaban a los árboles y desde ahí planeaban (o como diría Buzz aterrizaban con estilo) para atrapar a sus presas o bien para moverse de árbol en árbol. Pese a esto, debieron pasar varias generaciones y varios miles de años para que el vuelo abatido, es decir, el movimiento de las alas para generar un impulso que le permita a estas criaturas elevarse; apareciera.

Ahora bien ¿y qué pasa con los pterodáctilos? ¿Acaso ellos no volaban también? Entonces ¿tenían plumas? La respuesta a la última pregunta es que no (como se pensó durante mucho tiempo) pero gracias a un estudio realizado en 2018 se pudo concluir que en realidad presentaban unas estructuras similares pero que no son plumas como tal. A pesar de esto, los pterosaurios no son dinosaurios (perdón si esto te decepcionó) más bien son sus primos lejanos. Y en cuanto a su capacidad de vuelo existen varias discusiones al respecto pues algunos investigadores creen que no podían volar, más bien solo planear, debido a su anatomía se los comparó con aves actuales grandes, con alas de considerable tamaño como el albatros, (cuya envergadura alcanza los 3 metros); otros aseguran que sí podían elevarse aprovechando algunas brisas tropicales realizando un vuelo pero a baja velocidad y sin batir las alas como las aves voladoras. Esperemos que en un futuro se encuentren más evidencias para aclarar estas dudas o quizás, quién sabe, descubrimos que en realidad no volaban.

Ahora que sabemos que los pterodáctilos no son dinosaurios ignoremos eso y centrémonos más en estos últimos. En un principio no se sabía exactamente qué grupo de dinosaurios dio origen a las aves, puesto que habían varios posibles candidatos que poseían distintas características compartidas con nuestros amigos emplumados. Pero no fue hasta el hallazgo de un fósil (más bien EL Fósil) que este enigma pudo ser resuelto.

Este descubrimiento, muy polémico y discutido en su tiempo, actualmente es clave para entender la evolución de las aves. Estamos hablando de Archaeopteryx que es considerado por paleontólogos y ornitólogos como el ave más antigua. Este pequeño dinosaurio del tamaño de un cuervo pertenecía al grupo de los terópodos maniraptores (por lo tanto son parientes de dinosaurios tan célebres como el T.rex o el Velociraptor) siendo un bichito muy interesante, no solo porque presenta características típicas de terópodos, sino porque también podemos observar en su anatomía similitudes con aves modernas, demostrando así una transición (una vez más Darwin tenía razón). Este remix se da por algunas características más "reptilianas" como la presencia de cola y dientes, rasgos que no se encuentran en las aves actualmente y otras características propias de nuestros amigos emplumados como la fúrcula (el famoso huesito de la suerte), la presencia de alas desarrolladas con plumas y una estructura craneana aviana, entre varias más.

Con el pasar de los años, se fueron descubriendo una multitud de fósiles de terópodos emplumados que nos aportaron mayor evidencia sobre lo mencionado en el párrafo anterior, siendo un caso muy particular el de la especie Microraptor gui, que no tenía solo dos alas sino cuatro. A pesar de que Archaeopteryx no podía volar, se cree que este dinosaurio de cuatro alas sí lo hacía, pues las alas de las patas traseras podrían haber servido como estabilizadores (función que actualmente cumple las alas de la "cola" o rectrices).

Además, se descubrió que los huevos de estas especies eran muy similares a los de las aves actuales y hubo casos en donde se encontró evidencia de que dinosaurios emplumados cuidaban y empollaban a sus bebés dinosaurios (¿debería llamarlos polluelos o dinosalluelos?) en nidos.

Finalmente, hay un concepto que me gustaría aclarar, ya que al principio de este texto dije que las aves son reptiles pero, según como lo clasifiquemos, la respuesta (como casi todo en biología) depende.

Cuando le pedimos a alguien que nos nombre un reptil es probable que escuchemos ejemplos como tortuga, lagarto, serpiente; pero nadie mencionaría a una paloma. Esto es porque en la definición que solemos darle a la palabra "reptil" dejamos de lado a las aves debido a que se trata de un sistema de clasificación de las especies llamado Linneano que actualmente se encuentra obsoleto por el hecho de que agrupa a los seres vivos de acuerdo a sus semejanzas morfológicas. Siguiendo este criterio las aves no serían reptiles porque estarían en su propio grupo homónimo por presentar características tan distintiva y no en Reptilia que es en donde se agrupan aquellos animales con escamas y que reptan. Sin embargo, en estos días, la forma de clasificación más ampliamente utilizada en los estudios científicos es el Cladismo en el que se arman árboles filogenéticos (similar a cuando armamos árboles genealógicos) agrupando a las especies de acuerdo a sus ancestros comunes. Así, las aves a pesar de verse muy diferentes a sus primos "reptiles" comparten un ancestro en común que les dio origen a ambos, dato que sabemos gracias a la evidencia fósil. En consecuencia, no podemos separarlos sino más bien se encuentran formando un gran grupo llamado también Reptilia en el cual sí se incluyen a las aves (para evitar confusiones a ese grupo se lo denomina también Sauropsida). De aquí que podés leer por ahí que las aves, siguiendo este criterio, son reptiles (saurópsidos).

En conclusión, las aves además de ser reptiles son también sobrevivientes de una extinción masiva (esto es digno de un CV). Son descendientes de algunas de las criaturas más admirables que lograron imponer su supremacía en la tierra, aunque no se quedaron para nada atrás, logrando surcar los cielos.

Así que la próxima vez que te pidas un Mc pollo, podes mirar fijamente a la persona que te atiende y decir "Me da un Mc saurópodo dinosaurio terópodo maniraptor, por favor" (no apto para veggies).


- Mauricio Landi


Bibliografía:

https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2020/04/extrano-spinosaurus-hace-historia-como-primer-dinosaurio-acuatico

https://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/grandes-reportajes/aves-dinosaurios-evolucion-las-plumas_3807/23

Kellner, A. W. A., Wang, X., Tischlinger, H., de Almeida Campos, D., Hone, D. W. E., & Meng, X. (2009). The soft tissue ofJeholopterus (Pterosauria, Anurognathidae, Batrachognathinae) and the structure of the pterosaur wing membrane. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 277(1679), 321-329. https://doi.org/10.1098/rspb.2009.0846

Chiappe, L. M.; Vargas, A. (2003) Emplumando dinosaurios: la transición evolutiva de terópodos a aves. Hornero 018 (01) : 001-011

John H. Omstrom, Archaeopteryx and the origin of birds, Biological Journal of the Linnean Society, Volume 8, Issue 2, June 1976, Pages 91-182, https://doi.org/10.1111/j.1095-8312.1976.tb00244.x





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